En este lejano lugar rodeado por bosques de lenga se encuentra una capilla construida por el Padre Ronchi, principalmente para fines religiosos. Sin embargo, esta capilla también fue de suma importancia para los arrieros de la zona, quienes transitaban por esta ruta en su paso hacia Argentina y utilizaban la capilla como un lugar de refugio y resguardo ante las inclemencias del tiempo, fue en ese lugar donde podían tomar un respiro para continuar sus sacrificados viajes.

En la actualidad continúa sirviendo como templo religioso para la realización de cultos con feligreses de la zona y es administrada por la Fundación Luksic quienes han realizado algunas reparaciones para una mejor mantención de la capilla. 

La arquitectura de la capilla destaca por el uso de las Canogas de madera, un tipo de tejuela rústica tradicional de Aysén, hecha a partir de un trozo grande de madera donde se realiza un corte amplio en dirección a la propia hebra de la madera. Si bien con el tiempo se ha restaurado, se ha logrado mantener su fachada casi intacta, por lo que es considerada un Inmueble Patrimonial de la Provincia de Capitán Prat por el Consejo Nacional de Monumentos. 

Es considerada un Inmueble Patrimonial de la Provincia de Capitán Prat por el Consejo Nacional de Monumentos.