A este lugar llegó el Padre Ronchi y durante los años 1968 y 1969 se abocó a la misión de levantar la iglesia de la localidad junto con los vecinos de aquellos años. Esta iglesia se conoce bajo el nombre de “Virgen Dolorosa de Villa Cerro Castillo” y su construcción fue gestionada por el padre a partir de los materiales que pudo conseguir en la capital regional y que posteriormente trasladó por tierra hasta Cerro Castillo, junto con los víveres que compartía con las familias que lo ayudaban en la construcción de sus obras.

El padre arribaba a la localidad cada dos meses aproximadamente, casi siempre su llegada era sorpresiva y en la actualidad se mantiene el recuerdo vivo de varias personas de la localidad de ver al padre Ronchi irse montando a pelo en caballo rumbo a Ibáñez y Bahía Murta como también caminando, una muestra de que para el sacerdote no existían obstáculos que se interpusieran en su obra.

Al igual que en las otras localidades, el padre Ronchi instala en Cerro Castillo una antena parabólica más una sala de televisión. De la sala de televisión aún se mantiene la antena que está instalada en la entrada de la capilla, la cual cuenta con un mural del Padre Antonio Rochi que fue pintado en homenaje al aporte realizado en la localidad.

Actualmente la capilla se encuentra en funcionamiento celebrando mensualmente misa y es mantenida por la comunidad católica de la localidad.